EL ARZOBISPO DE SEVILLA, MAESTRO DEL COLEGIO POR UN DÍA.

Fue un día de Junio de 1986. Monseñor Carlos Amigo Vallejo es ríosecano y paisano de quien suscribe. Una vieja y entrañable relación entre las familias de ambos me impulsó a escribirle en vísperas de la realización de una excursión de 8º a Sevilla. En la carta que le envié me daba a conocer, le comunicaba la próxima estancia de niños y niñas del Colegio en Sevilla y le pedía nos facilitase la visita al Palacio Arzobispal. Su contestación tuvo suspense porque, en principio, el cartero la mandó a Carrión de los Céspedes (Sevilla). Subsanado el error, recibí su misiva que, con membrete de "El Arzobispo de Sevilla" reproduzco a continuación.

                                                                    Querido Jesús:

Naturalmente que me acuerdo de tus padres y de tus hermanos y, con mucho gusto os recibiré en Sevilla.

El día 28 no estoy en Sevilla nada mas que unas horas y ya estoy comprometido para asistir a una asamblea. ¿Podíais venir el domingo 29 a las 7 de la tarde?

De todos modos, lo mejor es que me llames por teléfono al llegar a Sevilla y veremos la forma de vernos. Un abrazo.  (Firma con A. Carlos y me facilita dos teléfonos)

Llegado el día 29 de Junio, nos desplazamos a Sevilla desde Matalascañas, donde habíamos instalado el cuartel general. Aquella excursión era muy numerosa, cerca de 60 alumnos y cuatro profesores, a saber: Vivencio, que se jubilaba y cumplía su último "servicio profesional"; Gregorio, compañero de fatigas en esa y en tantas otras; Angelines de la Pisa, que aquel año estuvo destinada en el Colegio como provisional y quien suscribe, Jesús. Por toda indicación a los niños se les dijo que no se pusieran atuendo de playa puesto que íbamos a visitar el Palacio Arzobispal de Sevilla. ¿Cómo íbamos a esperar lo que sucedió después?

Llegamos a la hora convenida a la puerta del Palacio y nos recibió un portero que dijo que esperaba nuestra llegada y que pasásemos. En el patio de entrada nos estaba esperando el mismísimo "Cardenal" (así es como llaman en Sevilla a su Arzobispo), sin acompañantes y sin ningún protocolo. Ni que decir tiene que los cuatro, me refiero a los profesores, nos quedamos "flipando". Los niños no se daban cuenta de la verdadera importancia de la situación y se mostraron la mar de naturales y espontáneos. Repuestos de la sorpresa y de la impresión, tuvimos el privilegio de gozar de la compañía y las explicaciones de Monseñor Carlos Amigo Vallejo, que nos enseñó todo el Palacio con calma y minuciosidad durante mas de una hora. Aquel día Monseñor Amigo (Carlitos para mi padre que en paz descanse), nos dio la mejor lección que nadie pudo dar nunca en nuestro Colegio. Nos despidió en la puerta del Palacio de la misma forma, tan humana y cercana como se había desarrollado toda la visita y nos rogó le comunicásemos nuestro regreso a casa, que esperaba sin novedades como así fue.

Quien suscribe, aunque le di las gracias en el momento de la despedida con mucha emotividad y lo mejor que supe, cumplí su deseo y le escribí dándole cuenta del feliz regreso a nuestro Carrión (el palentino), le reiteré las gracias y me puse a su disposición. En dicha carta también le informaba de la sorpresa con que me encontré a mi regreso: Un telegrama del Delegado Provincial de Educación y Ciencia comunicándome que debía hacerme cargo de la Dirección. Él me contestó y, esta vez de su puño y letra, me dice: Un abrazo y enhorabuena por el trabajo y el nuevo cargo. (A continuación una frase de tres palabras que aún no he logrado descifrar) y su firma: Una cruz y A. Carlos. Debajo, bastante ilegible dice: Arz. de Sevilla.

Rememorar este episodio después de tantos años me hace reflexionar en la importancia que tuvo este singular encuentro. Naturalmente todos deseamos en su momento y mas en Medina de Ríoseco, que Carlos Amigo Vallejo fuese Papa. (Sonó muy fuerte y casi fue una sorpresa que no saliera elegido. Sin duda un despiste del Espíritu Santo). 

EL PRECURSOR Y EL MESÍAS

Salvador Villota era un chaval de Cervatos de la Cueza que se hizo famoso en el Colegio, allá por los años 70 por ser un destacado corredor de Campo a Través. De la mano de Luis Antonio Gutiérrez consiguió memorables triunfos en la especialidad que le valieron el sobrenombre de "el medallas". Si era fenomenal deportista, no desmerecía para nada ni como persona ni como estudiante. Creo que hasta sentía un pudor especial por destacar. Un fuera de serie, en definitiva. Pero el destino no le tenía reservado el triunfo deportivo. Lo suyo fue eso que se llama una "llamada de Dios". Efectivamente, de vocación tardía, se hizo religioso y vive en Valencia tan feliz. Hace unos años, un verano, me lo encontré por Carrión y me saludó: ¿No me conoce?, soy Salva. Apenas repuesto de mi sorpresa le dije: ¡Ah, si, el medallas! Me contó lo de su vocación y recuerdo que le dije: Pues si que te ha dado fuerte... A lo que él me contestó con una naturalidad que me dejó debatiéndome entre el pasmo y la envidia: "Es que yo, sin Dios no soy nada".

Isaac Viciosa también era un chico de Cervatos, unos años mas joven que Salva. Sin duda amigos, acaso parientes. Le recuerdo menudo, rubio, inquieto, en aquel 6º de los primeros 80 en que finalizó su estancia en el Colegio. Nadie entonces podía adivinar su espléndida carrera deportiva. En el Colegio no se inició en deporte y marchó a Valladolid a continuar sus estudios. Fue allí donde comenzó a destacar en Campo a Través y en Atletismo. Tanto que no hace falta decir hasta donde ha llegado, campeonatos del mundo y medallas olímpicas incluídas. Como Salva, era un chico de pueblo de los de "antes", responsable, respetuoso y nada vanidoso. Como Salva, reunía las mejores condiciones para triunfar. Como Salva tenía, y tiene, un acentuado sentido religioso. A diferencia de Salva, Isaac triunfó a lo grande en el deporte. A diferencia de Salva, es padre de familia numerosa. Si Juan, el Bautista, fue el precursor de Cristo, Salva ha sido el precursor de Isaac. ¡Qué dos ejemplos vivientes para los niños y niñas de hoy de nuestro Colegio!

EL NIETO DE DOÑA CLAUDIA

Siempre la conocí como Dña. Claudia porque era una compañera veterana y yo a su lado un parvulillo. La recuerdo señora pero sencilla, prudente pero abierta y de trato agradable. Maestra en los primeros cursos de Primaria, sabía dar a sus alumnos ese plus especial de quien es madre y además ejerce de abuela. Llegaba cada mañana al Colegio desde Torre de los Molinos, su pueblo, del cual había sido maestra durante muchos años, antes de la comarcalización escolar en Carrión. Siempre traía de la mano a sus nietos, un niño y una niña, ambos de corta edad a los que dejaba a la puerta de la clase a esperar a sus maestras. Dña Claudia se jubiló a los 65 años en el año 83, marchó a Palencia con sus hijas y con ella también marcharon sus nietos.

El primer día del curso 94/95, estábamos reunidos varios compañeros-as en la secretaría del colegio viejo en plan ¿qué tal las vacaciones?, ¡mua, mua! y comentando las últimas incidencias y expectativas de un curso que empezaba. Fue entonces cuando entró, saludó y se arrancó con un breve y familiar: ¿no me conocéis?. Mi respuesta fue inmediata, sin dudas a pesar de los años transcurridos: "El nieto de Doña Claudia". Era él, Fernando Ortega. Le habían destinado como maestro provisional al Colegio del que fue alumno doce años atrás. De esta forma se convertía en el único caso hasta la fecha de maestro del Colegio, nieto de una maestra del mismo.

Doña Claudia falleció hace pocos años después de disfrutar de una larga jubilación. Su nieto Fernando, alcanzó cierta celebridad como futbolista y capitán del Club de Fútbol Palencia. Actualmente ejerce como maestro y creo que Director del Colegio Agrupado de Tariego de Cerrato. Vive en Palencia y va para padre de familia numerosa.

ALUMNOS-MAESTROS

El caso de Fernando Ortega, alumno y maestro no es único. En el curso 08/09 obtuvo destino en el Colegio como interina Blanca Ibarlucea, de Villoldo, que fue alumna durante toda su escolarización, finalizando 8º curso, creo que en Junio del 86. De los componentes del Claustro solamente quedábamos dos de su época, Domingo y quien suscribe. Fue una de las niñas del equipo de Campo a Través que ganó el campeonato provincial en categoría alevín en el año 84. Fue una gozada representar a Palencia en el Campeonato Regional celebrado en Tudela de Duero (Valladolid). Allí estuvo Blanca con las otras cinco niñas del equipo. De las nueve provincias castellano-leonesas, quedamos en quinto lugar, aunque lejos de las medallas. En Septiembre del 2008 nos dio una gran alegría verla llegar otra vez a su Colegio, esta vez de maestra. Creo que continúa ejerciendo y es madre por partida doble.

EL PATIO DEL COLEGIO VIEJO NO ES PARTICULAR.

Quien le vea hoy puede opinar muy acertadamente que parece un trozo de carretera abandonado, con el asfalto levantado y lleno de grietas. Nadie creería si no lo contamos, que en los primeros 80, fue la mejor pista polideportiva de Carrión. Recién asfaltado, con sus rayas de delimitación de campos, que nos costó Dios y ayuda pintar y sus canastas fijas flamantes, estaba hecho un pimpollo. Tanto que en él se celebró por los años 82, 83 y 84 los primeros Campeonatos de fútbol-sala que hubo en Carrión, con una participación masiva. En el primero de ellos, al menos, participaron 20 equipos, divididos en dos grupos. También jugaron en él sus partidos oficiales de competición provincial los equipos de balonmano y baloncesto, que por aquellos años existían en Carrión. El Club Deportivo Carrión de fútbol entrenó en él asiduamente durante varias temporadas con iluminación artificial y los equipos del Colegio celebraron siempre en él sus entrenamientos y partidos de los Campeonatos Escolares. La cancha del patio del Colegio fue superada por otra más amplia en la campa de Belén y definitivamente jubilada cuando se inauguró el Polideportivo Municipal.

EL LANZAMIENTO DE ASUN

La participación del Colegio en los Campeonatos Escolares de Atletismo, exceptuando las carreras de fondo y medio fondo, era siempre en plan de diversión y aprendizaje. No teníamos donde entrenar, pero como nos apuntábamos a un bombardeo y la ilusión de los niños era grande, nos presentábamos cada año y solíamos pasar una bonita mañana en el Campo de la Juventud de Palencia.

Aquel año, podía ser el 83, 84 u 85, una mañana de Mayo, cuando nos avisaron por el altavoz para el concurso de lanzamiento de peso, categoría femenina, no lo dudamos. Aquella prueba le podía ir muy bien a Asunción Caminero. Asun era una fuerza de la naturaleza. Zurda, su deporte era el baloncesto y, cuando enfilaba el ala izquierda de la pista camino de canasta no había quien la detuviera. La pobre Asun en su vida había lanzado la bola y los profesores, lo mas que sabíamos sobre aquello, era lo que alguna vez habíamos visto en la tele. Ni nos acordábamos en aquel momento, preocupados por otras pruebas en las que se competía al mismo tiempo, de que no se podía salir por delante, una vez realizado el lanzamiento. El primero de los efectuados por Asun, con la izquierda como todos los demás, sobrepasó en dos o tres metros al mejor de los realizados hasta entonces. Se produjo un clamor de sorpresa y admiración entre todos los presentes y Asun, tan tranquila, se fue instintivamente andando detrás de la bola para ver donde había caído. "Lanzamiento nulo", dijo el juez-árbitro. Fue entonces cuando le explicamos el pequeño detalle de que no se podía salir por delante. El segundo lanzamiento fue bueno pero algo inferior al primero. Durante mucho tiempo fue el mejor del concurso. Los demás lanzamientos, con Asun ya algo nerviosa, no le mejoraron y en el sexto y último intento de una de sus contrincantes, fue superado.

No recuerdo las marcas. Me quedo únicamente con la anécdota de que Asun obtuvo el subcampeonato provincial de lanzamiento de peso la primera vez que lanzaba la bola en su vida. Luego se comprobó que el primer lanzamiento nulo hubiera sido el mejor.

Asunción Caminero Pérez es hoy médico de empresa, ejerce su profesión en Valladolid y es madre de familia. No se si habrá contado este suceso a sus hijos.

EL SUEÑO DE ESPERANCITA

En Junio de 2.007 despedimos al viejo edificio colegial de San Andrés-Hortaleza. Entre los actos de clausura destacó el celebrado en el patio del Colegio, del que hay bastantes testimonios gráficos. En él participaron antiguos alumnos y profesores, autoridades educativas y locales, directora etc.

No fue fácil elegir antiguos alumnos-as representativos que quisieran participar en el evento. A casi todos les fue imposible su presencia por motivos profesionales o de distancia. Hay que tener en cuenta que el acto se celebró un día laborable. Pero Esperanza Arconada, carrionesa, alumna de los primeros años, integrante y aglutinadora principal del primer equipo de baloncesto del Colegio, excelente alumna y compañera, no lo dudó. Aunque trabajaba y creo que continúa trabajando en una empresa de Palma de Mallorca, en la que ocupa un cargo importante, Esperanza Arconada Pérez, la tercera de las niñas de Julio, atendió y sintió la llamada de su Colegio, cogió un avión y se presentó en su pueblo, en el viejo patio, para dirigirnos la palabra, recordar sus experiencias de la infancia y alegrarnos a todos con su simpatía y cariño.

El gesto de Esperanza fue de los de "chapeau". Posiblemente en el vuelo de regreso se quedó dormida y soñó con una infancia feliz y eterna, con aromas y sabor del viejo colegio que acababa de despedir. Gracias Esperancita, a todos nos hiciste muy felices.

GERMANÍN A UN PASO DE LA GLORIA

Germán Díez Martínez era el más pequeño de una familia numerosa de Villacuende. Menudito, tranquilo y de aspecto mas bien frágil, se transformaba cuando jugaba al fútbol. Muy rápido, muy habilidoso y poseedor de un endiablado cambio de ritmo, había momentos en que parecía que se iba a quebrar como un junco. Naturalmente era el líder de aquel equipo colegial que entrenaba por entonces Don Gregorio. Él era quien salvaba las situaciones mas comprometidas del equipo con sus goles increíbles, en los que superaba a defensas mucho mas altos y fuertes que él.

Con estas cualidades tan favorables no es extraño que destacara en los juveniles del C.D. Carrión y que pronto se fijara en él nada menos que el primer equipo provincial, el C. F. Palencia, que por entonces militaba en 2ª división y estaba entrenado por Mariano García. Germanín debutó en el Palencia con 17 años. En su primer año lo normal es que hubiese continuado su formación futbolística en el juvenil del Palencia o en el equipo filial pero Mariano García vio en él un diamante en bruto y lo mantuvo como titular del primer equipo toda la temporada. Fue si no recuerdo mal la 87/88. Ni que decir tiene que fue la gran revelación futbolística del Palencia en aquella temporada, convirtiéndose en el ídolo de La Balastera y en el niño a cuidar de su entrenador. Y no era fácil destacar en aquel C.F. Palencia en el que brillaban ilustres veteranos como Uco, Cano o Ferrero por ejemplo. 

Todo le sonreía a nuestro Germán, pero para triunfar en cualquier faceta de la vida hay que contar también con la suerte. Y la suerte le dio la espalda en forma de lesiones, unas lesiones que arrastró ya durante toda su vida deportiva y que le impidieron tener la necesaria continuidad y confíanza para alcanzar metas mas altas.

Al final de la temporada de su debut, la 87/88, la prensa provincial, y también, creo, la nacional de ámbito deportivo, se hizo eco del interés del Sevilla, de Primera División, por ficharle. Solo su primera e inoportuna lesión lo impidió. No creo que entonces, casi un niño, Germán se diera cuenta de que estaba acariciando la gloria con las manos.

Aún así Germán tuvo una larga trayectoria profesional como futbolista, principalmente en el Palencia y ya en sus últimos años, en otros equipos. Germán Díez Martínez, aquel muchachito espigado de Villacuende, hoy ya cuarentón o casi, vive en Palencia y seguramente recordará, como el tesoro perdido del pirata, aquel canto de sirena del Sevilla y sus primeras patadas a un balón, con Don Gregorio, en terrenos de juego infames.

VISITANTES ILUSTRES

Por los primeros 80 visitó nuestro Colegio la entonces Gobernadora Civil de Palencia, Doña Rosa de Lima Manzano Gete. Su recuerdo es el de una mujer cercana, afectuosa y elegante. No muchos años después falleció en un trágico accidente de helicóptero en el que también perdió la vida Santiago Amón.

En Abril o Mayo del 87 nos visitó el Obispo de Palencia Monseñor Nicolás Castellanos. Sin protocolos, charló con los niños-as y mantuvo una reunión con los profesores-as que tuvieron a bien asistir. Esta misma visita se repitió hace poco tiempo, ya en el edificio nuevo. Esta vez, solamente como Padre Castellanos, venía a hablarnos de su labor en Bolivia (Santa Cruz de la Sierra) y a pedir colaboración. Solamente quedábamos dos testigos de aquella primera visita: Don Domingo y quien suscribe. Prometió volver...

El Presidente de la Junta de Castilla y León Don Juan Vicente Herrera, inauguró oficialmente el nuevo edificio colegial en Febrero de 2.008. En aquel evento hubo bastantes periodistas, fotógrafos y rueda de prensa. Compartió un vino español en el comedor con las demás autoridades presentes, equipo directivo y personas representativas de Carrión. Las clases no se interrumpieron.

En el curso 96/97 visitó el Colegio un antiguo alumno que, por entonces, ya era un conocido y triunfante atleta de élite. Nos referimos al cervateño Isaac Viciosa. Quien suscribe no pudo disfrutar de la visita porque durante aquel curso estuve destinado en el Instituto Sem Tob.

En los últimos años del Colegio viejo, quizá 2.006, nos visitó  otra gran atleta, nuestra campeonísima y entrañable Marta Domínguez. Venía a dar a conocer a los niños-as la Escuela de Atletismo de la Diputación que ella misma dirige. Hizo las delicias de todos con su naturalidad y simpatía. Nos mostró el vídeo de la carrera en que se proclamó Campeona de Europa y dejó una legión de pequeños admiradores que están pendientes de sus éxitos y de su participación en los próximos Juegos Olímpicos. Todos esperamos alguna medalla, que es lo único que le falta a su excepcional carrera deportiva.

AQUELLA REUNIÓN DE NOVIEMBRE DE 1.986.

Aquel mes de Noviembre de 1.986 fue movidito. Tanto que se tuvo que cerrar el Colegio durante dos días por falta de combustible para la calefacción.

Por entonces, todos los municipios que contaban con niños escolarizados en el Colegio, aportaban económicamente la cantidad correspondiente para combustible, en proporción al número de niños de cada lugar. El problema es que no se ponían de acuerdo sobre el sistema más idóneo del reparto, incluso había opiniones encontradas sobre la obligatoriedad de la aportación. El caso es que en la segunda quincena de noviembre, en Carrión ya hiela y no se puede estar en el Colegio sin calefacción y menos por aquel entonces que aún no se había aislado la cubierta.

No se aportó dinero, por tanto no había calefacción. Reuniones con la APA: Que no se cierre el Colegio. Pero, hombre, ¿cómo se va a dar clase sin calefacción? Reunión del Consejo Escolar: Se decide por mayoría "el cese de actividades escolares por falta de calefacción". No es una huelga, pero el Colegio se cierra hasta que se solucione el problema.

El tema salta a los medios de comunicación. Es tema de actualidad en aquellos días. Se reúnen en el Gobierno Civil la entonces gobernadora Rosa de Lima Manzano, el entonces presidente de la Diputación Jesús Mañueco, varios alcaldes de la comarca incluído el de Carrión, entonces Francisco Molina y varios representantes del Colegio, quien suscribe, que entonces era director, Eduardo Del Barrio que era jefe de estudios y Charo Fernández y Saturnino Rojas en representación del Consejo Escolar.

Reunión tensa. Debían entenderse políticos de diferentes partidos y solucionar un tema muy sensible para la opinión pública. Los representantes del Colegio hablamos claro y fuerte: En el Colegio de Carrión se pasa frío aunque funcione la calefacción. Era verdad. Cuantos días de crudo invierno la temperatura no pasaba de 14 grados.

El arreglo al que se llegó nunca supe en concreto cuál fue ni importa demasiado. El caso es que tras dos días sin clase recibo la llamada telefónica de la Señora Gobernadora en mi domicilio y ya de madrugada: "Señor director, abra usted mañana el Colegio. A primera hora se llenará el tanque de la calefacción". Así fue.

Por cierto, durante el siguiente curso se aisló con material apropiado la cubierta del Colegio y la temperatura media subió así como cuatro grados. Así lo recuerdo y así lo cuento.